Seguramente habrás escuchado hablar de las maravillas medioambientales y mecánicas del coche eléctrico. Éste medio de transporte seguirá mejorando debido al aumento de la producción de energía a partir de recursos renovables. Las grandes marcas automovilísticas anuncian constantemente nuevos vehículos y proyectos de I+D para seguir explorando las posibilidades.
Hasta ahora el sistema de recarga más utilizado había sido la conexión a la red eléctrica, sin embargo, los avances fotovoltaicos nos brindan una opción aún más ecológica. La estructura de la instalación de energía fotovoltaica ofrece la energía solar obtenida para la recarga de las baterías de los coches eléctricos in-situ.
Hace ya algunos años que muchas ciudades a nivel nacional e internacional apostaron por implantar puntos de recarga fotovoltaicos, tanto en infraestructuras públicas de recarga como en viviendas particulares. También, ha empezado a ser una solución alternativa para aquellas empresas que solicitan una instalación en el parking para su flota de vehículos con la idea de recargarlos mediante autoconsumo de energías renovables, con inyección cero a la red de suministro.
En el esquema que sigue vemos cómo funcionan algunas de estas instalaciones.
¿Cuánto tarda en cargarse un vehículo eléctrico?
La respuesta dependerá de la capacidad y el tipo de baterías que contenga el vehículo. Veamos algunos ejemplos con diferentes modelos:
En resumen, el tiempo de recarga de un vehículo eléctrico depende de 3 factores:
- Capacidad de la batería
- Potencia y tipo de suministro del punto de recarga.
- Potencia máxima y suministro admitido por el vehículo
Tras esta explicación teórica, veamos el avance de la infraestructura en nuestras fronteras. Diversas fotolineras repartidas por todo el estado español están contribuyendo a que la energía consumida por los coches eléctricos sea cada vez más limpia.
En noviembre de 2011, se inauguró en Madrid la primera “fotolinera” de España. Quince paneles fotovoltaicos que expenden electricidad para la recarga de vehículos eléctricos y a la vez que abastece de energía al Real Jardín Botánico con la producción excedente. Siguiendo este ejemplo, Valladolid se sumó a la idea de las fotolineras y en 2012 presentó la primera “electrolinera fotovoltaica” de la ciudad, en la que se instalaron ocho puntos de recarga inteligente. Desde entonces el sector no ha parado de crecer en nuestras fronteras. Queda claro que el presente y el futuro de la movilidad eléctrica pasa por la generación fotovoltaica, especialmente para nosotros al sur de España.
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